
Te extraño mientras mi mente me dice que me aleje del fuego, mientras mi alma cree saberlo todo y sin embargo aun duda. Y pienso, veo aquel día desesperado en que mis lágrimas llamaban aquello que necesitaba y la forma en que después de que cayera la lluvía te encontré allí. Abriste las puertas que no creía existentes, me mostraste el camino que sabìa mio para seguir, rescataste los restos de un alma en pena. Pero los muros aun siguen allí, duros como la piedra, ocultos entre mis sombras y las tuyas… y espero en silencio, un sí y un no se entretejen en mi memoria, recordando que se mil cosas que jamás podría entender y a la vez, viendo como las señales que buscaba se van desarrollando ante mis ojos atónitos que aun te buscan. Y quisiera dejar caer la máscara que me ata al silencio, quisiera tantas cosas y a la vez sólo me basta con saber que existes, me basta con mis dudas y mis temores porque son ellos los que arrancan un suspiro de alivio cuando te encuentro, porque mientras caminaba sola con el sol a mis espaldas jamás creí posible volver a ver aquello que perdí y ahora lo veo. No soy nada más que un susurro que te arropará en la noche y simplemente estaré allí, porque no quiero nada, porque lo tengo todo, porque despues de la desesperanza llegó la calma, llegó mi calma y porque se que así jamás mis labios toquen los tuyos, así jamás de mi boca salga una sóla palabra… así a veces crea que ya lo sabes… tan sólo quiero dejar que el agua siga su cauce mientras sé que estás allí a mi lado. Porque mientras en mi interior deje que lo que siento llegue hasta el infinito tu presencia estará dentro de mí.
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